Nuestro mundo diferente

Pequeño blog personal relacionado con el coaching, inteligencia emocional, psicología, motivación, etc…


Deja un comentario

La otra carta navideña

Recuerdo perfectamente aquellos días en que me traían el catalogo de El Corte Inglés y empezaba a pintarrajearlo todo sin dejarme nada que me pudiera gustar pedir. Total, los Reyes eran magos…

Después venía rellenar la carta que traía el propio catálogo y reducía un poco los juguetes. Más que nada porque no había lineas suficientes para rellenar con mi letra grande y mala (Lo de grande ha cambiado, lo de mala, menos mal que escribo el blog online) todo lo que quería. Finalmente venían mis padres y me quedaba con 3 regalos y pensaba «Bueno, 3 es mejor que nada. Pero ya no son tan magos».

Con los años, y la experiencia, he aprendido a ajustar mucho mis regalos. Tanto lo que quiero como lo que regalo. Suelen ser pequeños detalles que tengan importancia: Una foto, un recuerdo. O algo que pueda compartir. Al final lo material perece, sin embargo, los recuerdos quedan en la memoria para siempre.

Si aun no tienes ni idea de como rellenar la carta este año, Ikea ha hecho un experimento para ayudarnos a elegir mucho mejor nuestros regalos:

Por eso yo cada vez más partidario de hacer regalos que implican compartir experiencias: ir a ver un musical, hacer una excursión, un viaje de fin de semana para toda la familia, ir a tirarnos en un barranco o montar a caballo juntos.

Tal vez tendríamos que empezar a explicar a niños que los Reyes magos también pueden traer ese tipo de cosas. Tal vez es culpa nuestra que les pidan objetos pensando que en las alforjas no caben juegos, tiempo juntos, cosquillas, canciones y excursiones. Tal vez no se lo estemos transmitiendo bien.

Muchos tienen una cantidad de juguetes enorme en casa. Juguetes de todo tipo, objetos apenas amortizados, que se quedaron sin pilas y nunca fueron repuestas, que habíamos olvidado que guardábamos.

¿De verdad necesitan más?

¿Y tú, que vas a pedir por Navidad?